El aislamiento de cualquier vivienda determina notablemente su nivel de confort. Así, una casa que no esté bien aislada tanto acústicamente como en el ámbito de la climatización, no sólo resultará poco acogedora sino que, además, puede conllevar problemas económicos, por ejemplo, al elevar las facturas de energía por el uso excesivo de la calefacción en invierno.
Por ello, al realizar cualquier reforma, es importante prestar atención a los elementos clave que se pueden controlar para mejorar el aislamiento de la vivienda:
- Techos y suelos: La instalación de falsos suelos y techos colocando un material aislante entre éstos y el original puede atenuar hasta el 90% de los ruidos. Por otra parte, para mantener el calor en invierno, los aislantes de fibras minerales son altamente eficaces, así como la presencia de alfombras en el suelo, que reducen las pérdidas de calor.
- Ventanas: Las ventanas suelen ser zonas especialmente vulnerables porque son una de las entradas principales de ruidos externos y una de las zonas con mayor pérdida de calor. Así, es fundamental atender tanto al vidrio de las mismas –y optar por uno del grosor adecuado- como al resto de elementos que la componen. Por ejemplo, las persianas deben ser todo lo herméticas posible y cuidar que los cajetines no presenten rendijas de ningún tipo. Igualmente, se pueden emplear láminas adhesivas para pegarlas a los acristalamientos o a los marcos.
- Puertas: Es importante que dispongan de buenos cierres por lo que es conveniente emplear burletes. Además, los zócalos y las juntas pueden rellenarse de materiales aislantes y tapar las rendijas con masilla o silicona.
- Paredes: Muchos profesionales consideran que el mejor aislante contra las pérdidas de calor sigue siendo el ladrillo hueco. Sin embargo, la instalación de una capa de unos tres centímetros de fibra de vidrio, corcho o poliuretano posee una capacidad aislante similar a la de un grueso muro de piedra. En lo que a la insonorización se refiere, uno de los materiales más valorados es la lana de roca, que, además, es incombustible y evita las pérdidas de calor.
Imagen: Chimeneas Sacristan