Tener una casa en propiedad resulta cada vez más complicado, pero las casas prefabricadas, realizadas cada vez con mejores materiales y todo tipo de comodidades, pueden ser una buena alternativa a la vivienda tradicional.
Pese a que se puede tener la consideración de que no se trata de una casa tan sólida o bien edificada, este tipo de viviendas ofrecen las mismas garantías que cualquier otra casa o piso y, además, ventajas importantes.
Probablemente su menor coste sea la más destacada, porque no sólo se ahorra en los gastos que genera su construcción, y que pueden reducir su precio hasta en un 30% con respecto a las casas tradicionales, sino también en los costes del mantenimiento de la vivienda.
Igualmente, hay que tener en cuenta que suelen estar construidas con materiales respetuosos con el medio ambiente –fundamentalmente madera-, y que pueden llegar a proporcionar incluso un mayor confort gracias a aislantes térmicos naturales o tratamientos especiales en los materiales que, por ejemplo, son resistentes a la corrosión porque las estructuras empleadas suelen ser galvanizadas, no metálicas.
Además permiten una mayor personalización, tanto del exterior como del interior, y todo tipo de obras y reformas de acuerdo con las necesidades del comprador, aunque respetando siempre las dimensiones máximas establecidas en este tipo de edificaciones (4 x 4 m. en ancho y alto y 12 m. de largo). Dentro de estos límites, tienen cabida todas las comodidades de una casa tradicional, incluyendo, por supuesto, todo tipo de electrodomésticos.
El hecho de establecerse en una casa prefabricada ofrece también la posibilidad de una mayor movilidad, ya que la mayoría de ellas pueden desarmarse y trasladarse completamente en cualquier momento sin necesidad de ningún requisito burocrático, sino tan solo disponer de un terreno urbanizable sobre el que levantarla de nuevo.
Una vez que determine el suelo, otra de las ventajas es que cualquier comprador de una casa prefabricada podrá disponer de ella en 6 meses a partir de la fecha de compra, o incluso algo menos en función de la vivienda que se trate.
Foto: Moduobra