La preocupación por el medio ambiente está cada vez más presente a la hora de crear nuevos productos en cualquier sector profesional. Y el de las reformas y la construcción no podía quedarse atrás.
Por ello, y tras años de investigación, una de las empresas más importantes en la fabricación de materiales de construcción, Lafargue, ha probado con éxito un nuevo tipo de cemento que reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2) hasta en un 30%.
El lanzamiento oficial del producto está previsto para 2014, pero un equipo de más de 100 personas ha realizado los pertinentes ensayos en la fábrica y se han llegado a producir más de 10.000 toneladas de este clinker –o compuesto de base cemento-, gracias a las que se ha comprobado la viabilidad de una posible producción a mayor escala con materias primas tradicionales.
De hecho, esta empresa lleva más de 20 años investigando cómo conseguir reducir las emisiones de CO2 en la fabricación de sus productos, por lo que apuestan por el empleo de combustibles alternativos y la mejora de la eficiencia energética de sus fábricas desde diferentes puntos de vista.
Así, en el caso de este nuevo cemento, que se incluye dentro de los denominados Aether®, la garantía en la reducción de las emisiones que se producen en su fabricación se garantiza gracias a tres puntos básicos:
- La temperatura de horno que se necesita para producir la reacción química es de 1.300 grados centígrados, o sea, más baja de la empleada hasta el momento.
- Se emplea una menor cantidad de tierra caliza en su composición.
- La molienda es más fácil, con lo que se necesita menos energía.
Unas propiedades que, sin embargo, no suponen ningún tipo de complicación en el proceso de fabricación, ya que puede emplearse una cementera tradicional y no es necesaria ninguna adaptación. Pese a ello, su impacto sobre el medio ambiente es notablemente inferior.